jueves, 21 de mayo de 2015

Duelo perinatal. Las pérdidas no reconocidas

 Se entiende por duelo perinatal al producido por aquellas pérdidas  que se dan durante cualquier momento de la gestación hasta el primer mes de vida del bebé.
Es algo que no queremos llegar ni siquiera a imaginar, pero que si se da llega como un mazazo a nuestras vidas. Es una pérdida muy dolorosa, en eso se parece a otros duelos, pero que muchas veces queda relegada y olvidada bajo la falsa idea de que es mejor no pensar en ello, que conviene olvidar lo antes posible y no pensar, que no tenemos derecho a estar tristes, porque muchas veces ni siquiera llegamos a conocer al bebé.

Y es aquí cuando una pérdida que ya de por sí es dura y triste se hace todavía más complicada.

¿Cómo tratar a unos padres que han pasado por esta situación ?

  • En primer lugar, no minimizar la pérdida. El que no hayan podido llegar a conocer a su bebé o el que éste tuviera pocas horas o días de vida no implica que el dolor por su pérdida sea menor.

  • Evitar frases como “Sé por lo que estás pasando o “Sé como te sientes” si no es así. Podemos intentar imaginarlo o empatizar con la persona pero no saber qué estará sintiendo.

  • No intentar buscar algo positivo en la muerte del bebé. Ideas como “Todo tiene una razón”, “Mejor ahora que más adelante”, “Tendrás más bebés” ,hacen mucho daño y no llegan a consolar.




  • Dar apoyo emocional a los padres. Muchas veces no ayuda tanto lo que puedas decir o hacer como el acompañar y escucharles, el ayudarles a tomar decisiones pero no el tomarlas por ellos.

  • Respetar el que va a pasar un tiempo hasta que vuelvan a estar bien. No exigirles que lo olviden cuanto antes.

  • Muchas veces se tiende a pensar sólo en la madre cuando ocurren estas situaciones. Si bien es cierto que es ella la que además de la pérdida tiene una serie de consecuencias físicas, el padre también tiene que lidiar con la pérdida. Una frase de cariño o de apoyo puede ayudarle mucho.


¿Cómo sobrellevar esta pérdida?

No es fácil. Como cualquier duelo, hay que permitirnos el pasarlo y el ir elaborando el dolor. Algunas pautas que pueden ayudarnos.

  • Comunicación y apoyo en pareja. Muchas veces tendemos a aislarnos en nuestra pena no dejando entrar a nadie. Tenemos al lado a alguien que va a entender cómo nos sentimos, con la que podemos hablar y expresar nuestros sentimientos.




  • Permitirnos el estar tristes. Combatir esa idea de que hay que estar bien, que no ha pasado nada, porque no es verdad.

  • Cuidarnos y cuidar a nuestra pareja, tanto física como emocionalmente.

  • Plantearnos el acudir a algún grupo de apoyo. Éstos, formados por padres y madres que han pasado por lo mismo pueden servirnos de ayuda a la hora de validar y gestionar nuestras emociones.

  • Muchas veces ayuda el hacer un pequeño ritual de despedida: una carta, la lectura de una poesía...etc nos permiten el despedirnos de nuestro bebé de la manera que consideremos más adecuada. 

¿Cuándo un duelo de este tipo puede ser preocupante?

Existen una serie de factores que pueden hacernos sospechar que no estamos elaborando bien el duelo:
  • Aislamiento y autocompasión, la persona  se vuelve distante, irritable e impaciente.

  • Surgen recuerdos desagradables del embarazo y la sensación de haber fracasado como mujer.

  • Vergüenza y desvalorización como persona y madre.



  • Abandono de relaciones sociales.

  • Desesperanza, desconsuelo, ideas de suicidio frecuentes.

Si estos síntomas se mantiene más allá de dos meses después de la pérdida, conviene el pedir ayuda a un profesional, de cara a evitar una posible depresión.

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