Muchas
veces es inevitable el que una relación no funcione. Ya sea por
nuestra parte o del otro o bien llegando a un acuerdo, nos tenemos
que enfrentar a la idea de que las cosas no van a ser como antes y
plantearnos como queremos afrontar esta pérdida. Aquí van algunos
consejos.
- Asumir que vamos a estar mal durante un tiempo
Por
muy duro que nos sea tenemos que asumir que hay que pasar por un
periodo de duelo por la relación perdida. Obviamente no es de la
misma intensidad que cuando perdemos a un ser querido, pero sí que
funciona de una manera similar. Nos dolerá durante un tiempo, tras
el cual podremos volver a encontrarnos bien.
- Luchar contra la idea de que sin él o ella no podemos ser felices.
Esta
idea está muy presente: sin su presencia yo no soy feliz. Tenemos
que diferenciar entre ser feliz o no o estar más o menos tristes en
un momento dado. Aquí es lógico que estemos tristes por la pérdida,
pero eso no significa que nos hayamos convertido en unas personas
infelices el resto de nuestra vida. El malestar y las emociones
negativas ( al igual que las positivas) pasan y se desvanecen con el
tiempo.
Otra
idea que puede ayudarnos es pensar cómo estábamos antes de conocer
a esa persona. Si por esa época no conocíamos a nuestra ex-pareja y
éramos capaces de ser felices y de disfrutar de las cosas, podemos
deducir que en un futuro también podremos ser felices sin que esta
persona esté en nuestras vidas.
- Retomar todas aquellas cosas a las que habíamos renunciado ( si es que hemos renunciado a algunas)
Uno de
los mayores errores que se cometen en pareja es el de renunciar a
todo por estar todo el tiempo con esa persona. Renunciamos a amigos,
aficiones, actividades que nos gustan...etc.
Pues
si ha sido así, ha llegado el momento de retomar todo aquello que
habíamos dejado atrás. ¿No crees?
- Ocupa tu día a día, no te quedes sólo con el dolor.
Cuando
nos sentimos mal lo que nos apetece es quedarnos solos para darle
vueltas a lo que ha ocurrido, para intentar darle sentido, o
simplemente para repasar todo lo ocurrido una y otra vez. Hay que
tener en cuenta que aunque sea eso lo que nos apetezca es justo lo
que peor nos puede venir. Lo bueno es ir alternando momentos en que
estemos asimilando todo con momentos en que nos obliguemos a
centrarnos en otras actividades (aunque no nos apetezcan mucho) de
manera que el tema de la ruptura no se convierta en una obsesión
para nosotros.
- ¿Realmente estamos destinados a tener una sola pareja a lo largo de nuestras vidas?Estamos muy influidos por el mito del andrógino, de Platón.“Según esta historia antes poblaban la tierra unos seres denominados los andróginos. Estos eran seres redondos con cuatro brazos y cuatro piernas y de un inmenso poder. Los dioses, celosos de ellos, decidieron cortarlos por la mitad, y de cada uno de ellos surgieron dos hombres, dos mujeres o un hombre y una mujer. Desde entonces todos estamos buscando a nuestra otra mitad para poder considerarnos seres completos. Se cree que de aun surge la idea de nuestra media naranja.”
Es una
historia muy bonita, pero sobre la que no podemos basar nuestras
vidas. Si observas a tu alrededor te darás cuenta de que hay parejas
que llevan juntas todas la vida, pero que también hay otras que que
han surgido después de relaciones fallidas y también que ha habido
relaciones muy bonitas en las que el amor se acabó, simplemente y
los dos miembros han podido ser felices en relaciones posteriores.
No
estamos predeterminados, nosotros decidimos.
- No eres demasiado mayor para empezar una nueva relación
Y digo
esto sin saber la edad que tienes . Según vamos creciendo y teniendo
más edad tenemos unas expectativas u otras de las relaciones de
pareja, luego es lógico pensar que habrá otras personas de nuestra
misma edad que estén buscando lo mismo que nosotros en una relación.
Quizá ahora no tengamos tantas oportunidades como en la
adolescencia, ero si de mejor calidad.
- No hay que tener miedo al cambio
La
ruptura de una relación, siempre acarrea cambios en nuestras vidas,
y es normal que nos de miedo la incertidumbre acerca de cómo va a
ser nuestra vida ahora. Hay que tener en cuenta que tener miedo no es
malo, nos prepara para afrontar lo que a ocurrir, pero que tenemos
que controlarlo para que no invada todo. También hay que dejar
espacio para la confianza en nosotros mismos y en nuestros recursos y
en la capacidad de construir y adaptarnos a un nuevo futuro.
En
conclusión, el camino no es fácil, pero llegará un momento en que
lo superarás . Si, por el contrario, ves que pasa el tiempo y no es
así, o si no te ves capaz de avanzar sólo, quizá sea el momento de
pedir ayuda profesional que te permita superarlo.