lunes, 23 de mayo de 2011

¿Por qué estoy triste?

Hay muchas respuestas para una misma pregunta, y ésta es una de aquellas preguntas para las que cada uno de nosotros tenemos una respuesta diferente, porque cada uno de nosotros somos diferentes.
Pero también es verdad que muchas veces no sabemos de donde proviene esa tristeza interior, que todo lo abarca, que nos impide disfrutar de las cosas, que nos vuelve todo cada vez más dificil.Ni tampoco sabemos porque nos cuesta concentrarnos, porqué ahora dormimos durante todo el día o apenas dormimos nada
Y es que llega un momento en que se nos hace complicado hasta el levantarnos de la cama, porque sabemos, porque sentimos que ya nada merece la pena, que no vamos a ser capaces de afrontar el nuevo día...
No, no nos dejemos engañar por nuestras mentiras. Lo que acabo de describir es lo que puede sentir una persona con depresión (no alguien que en un momento determinado está más triste, no banalicemos el término, por favor).
Es cierto que se pasa muy mal es cierto que la esperanza de estar mejor desaparece bajo el peso de la tristeza, y que apenas recordamos ya el momento en que estábamos bien y éramos capaces de reirnos de manera sincera.
Pero lo que también es cierto, y esto tenlo muy en cuenta, es que de esto se puede salir, que hay gente que lo ha hecho y que tú también lo harás.



Octavio Paz : Acabar con todo

Dame, llama invisible, espada fría,
tu persistente cólera,
para acabar con todo,
oh mundo seco,
oh mundo desangrado,
para acabar con todo.

Arde, sombrío, arde sin llamas,
apagado y ardiente,
ceniza y piedra viva,
desierto sin orillas.

Arde en el vasto cielo, laja y nube,
bajo la ciega luz que se desploma
entre estériles peñas.

Arde en la soledad que nos deshace,
tierra de piedra ardiente,
de raíces heladas y sedientas.

Arde, furor oculto,
ceniza que enloquece,
arde invisible, arde
como el mar impotente engendra nubes,
olas como el rencor y espumas pétreas.
Entre mis huesos delirantes, arde;
arde dentro del aire hueco,
horno invisible y puro;
arde como arde el tiempo,
como camina el tiempo entre la muerte,
con sus mismas pisadas y su aliento;
arde como la soledad que te devora,
arde en ti mismo, ardor sin llama,
soledad sin imagen, sed sin labios.
Para acabar con todo,
oh mundo seco,
para acabar con todo.

jueves, 19 de mayo de 2011

¿Me preocupo demasiado?

¿Cuantas veces nos han dicho que nos preocupamos demasiado?
¿Y cuantas veces nos hemos sorprendido pensado una y otra vez en aquello que nos preocupa, no dejándonos dormir, no dejándonos descansar, no dejándonos disfrutar de las cosas?
Las personas tenemos la capacidad de poder enfrentarnos a los posibles problemas, generando múltiples soluciones, enfocando todo desde diferentes ángulos, desde diferentes perspectivas. Pero esta ventaja es también una trampa, porque hay veces que no hay una solución buena, porque hay veces en que no podemos hacer nada contra lo malo, contra lo que se nos avecina; e incluso, aunque hayamos visto la solución nos seguimos preocupando, dándole vueltas atentos a posibles problemas que puedan surgir.
Y es entonces cuando nos obsesionamos. Hay que tener en cuenta que la palabra preocuparse sisgnifica precisamente eso; ocuparse de algo antes de que ocurra. Cuando ya hemos encontrado la solución o cuando nos damos cuenta de que no hay una buena ¿Que sentido tiene el seguir preocupándonos?

Claro, es muy fácil decirlo, pero el dejar de pensar es muy dificil. Sí, es dificil pero no emposible. Esta es una de las cosas en las que la psicología puede ayudarte.La decisión es tuya.
He visto este vídeo que habla precisamente de las preocupaciones, y de aquello a lo que se le da importancia. Hay cosas que podemos evitar (dándonos crema para el sol evitamos las quemaduras y el cáncer de piel)pero hay otras que no. Aprendamos a vivir con ello.