martes, 5 de septiembre de 2017

¿Cómo no procastinar? La regla del minuto

Se conoce por procastinación a la tendencia que podemos desarrollar a postergar aquello que tenemos que hacer para más adelante. Por lo general, acabamos haciéndolo cuando no nos queda más remedio, en la temida “última hora”.
Si se hace de manera puntual no supone ningún problema, pero si vemos que estamos empezando a tener problemas ( se nos pasan fechas de entrega o se nos acumula el trabajo en determinados momentos), entonces debemos empezar a trabajarla, ya que está interfiriendo en nuestra vida diaria.
Además hay que tener en cuenta que personas muy procastinadoras tienden a tener unos niveles más bajos de autoestima, ya que entran en un círculo vicioso: como dejo las cosas para última hora me siento mal y culpable conmigo mismo, por lo que cada vez voy a hacer menos cosas, dejando cada vez más para última hora..., etc. Hay que tener en cuanta que cuanto peor nos sentimos más tendemos a la inacción y al dejar de hacer cosas.

¿Como podemos luchar contra ella?
Debemos tener en cuenta una serie de aspectos que se desglosan a continuación .

¿Qué es lo que evitamos?

En primer lugar hay que ver qué es lo que estamos evitando realmente. Por lo general es muy poco habitual el que dejemos para más adelante aquello que nos gusta o nos apetece. Siempre postergamos las cosas aburridas o aquellas que nos ponen un poco nerviosos. Contra las primeras hay que trabajar la autodisciplina, pero para las segundas conviene darnos cuenta de qué cosas estamos evitando y a cuáles nos conviene acostumbramos a hacer frente. Si por ejemplo, me agobia el ir a una tienda a cambiar algo quizá debería intentar acostumbrarme a realizar este tipo de acciones.


Si lo pensamos, la palabra pavor puede verse como:

Pretexto para
Atenuar la
Vitalidad y la
Operatividad de tus
Realizaciones

¿Cómo trabajo la autodiciplina?
En otras ocasiones, simplemente no hacemos las cosas porque no nos apetece . En ese caso hay cinco pasos que puedes seguir:
  • Análisis de coste/beneficio; tenemos que valorar en primer lugar qué beneficios vamos a sacar de hacer aquello que estamos postergando.Por otro lado debemos analizar todos los problemas que puedan surgir, buscando soluciones para ellos.
  • Organizar un plan, organizado en etapas aquello que quiero hacer.
  • Facilitar la tarea, poniéndome objetivos realistas.
  • Pensar positivamente, evitando frases como lo “hago todo mal”.
  • Reconocernos los méritos y no infravalorar nuestros esfuerzos.

Si los quieres ver más desarrollados, pincha aquí

La regla del minuto

Muchas veces tenemos que irnos acostumbrando a hacer las cosas de una manera inmediata y no dejarlo para después. Para ello podemos irnos acostumbrando a hacerlo de manera gradual. Para ello está la regla del minuto: si tenemos que hacer algo que se pueda hacer en un minuto, ya sea responder un mensaje o un correo por ejemplo, debemos obligarnos a hacerlo de manera inmediata. De este modo, vamos acostumbrándonos a no demorar nuestras tareas. Cuando lo hayamos conseguido, aumentamos a 10 minutos, a media hora, una hora...etc.


Es mucho lo que podemos ganar, ¿Empezamos?