Se
entiende por enuresis a la emisión repetida de orina involuntaria o
intencionada, en lugares inapropiados, como son la cama o la ropa, en
niños mayores de cinco años, edad en la que se supone que el niño
ya ha desarrollado un control urinario.
Si
bien es un problema que se puede esconder o mitigar mediante pañales
o empapadores en la cama, conviene el prestarle la atención
necesaria y solucionarlo, de manera que la calidad de vida del niño
mejore. Así, es muy desagradable para cualquiera el dormir fuera de
casa y tener que llevar pañal, o el estar cambiando las sábanas
cada noche, junto con el impacto negativo para la autoestima del niño
que ello supone.
Aquí
doy algunas claves acerca de este problema:
¿Cuándo
debo empezar a preocuparme?
Hay
que tener en cuenta el desarrollo normal del niño. Así, el control
de la orina se va desarrollando entre los tres y los cinco años de
edad. Es a partir de esta edad cuando debemos considerar que hay un
problema. Asimismo, hay que tener en cuenta que las niñas suelen
adquirir este control más rápido que los niños, existiendo un
desfase que puede ir desde sólo unos meses hasta los dos o tres años.
¿Que
tipos de enuresis existen?
Se
puede distinguir entre:
- Primaria: el niño o niña no ha llegado nunca a aprender del todo a controlar sus esfínteres. Suele relacionarse con factores de aprendizaje y problemas fisiológicos o del desarrollo.
- Secundaria: el niño o niña ha llegado a controlarse durante un periodo mínimo de seis meses y luego vuelve a descontrolarse. Suele asociarse a problemas emocionales o sucesos estresantes.
Asímismo,
en función del momento en que se produzca se habla de :
- Nocturna: se produce sólo por la noche
- Diurna: se produce sólo durante el día
- Mixta: hay episodios de incontinencia tanto durante el día como durante la noche.
¿Qué
factores pueden contribuir a que se de?
- Factores fisiológicos: se ha hablado de factores tales como una hiperactividad del detrusor (es el músculo que controla la micción), una sobreproducción de orina durante la noche o la existencia de un sueño excesivamente profundo o de dificultades para despertar ante la sensación de vejiga llena.
- Factores genéticos: diferentes estudios han demostrado que en aproximadamente el 75% de todos los casos existe un familiar biológico de primer grado con antecedentes de enuresis.
- Factores de aprendizaje: la existencia de pautas inadecuadas o la presencia de circunstancias adversas que hayan dificultado el aprendizaje de dichas pautas.
¿Qué evolución tiene?
Por lo
general, en casos de enuresis leve o moderada van mejorando con la
edad, llegando incluso a desaparecer. Sin embargo en los casos más
severos puede llegar a haber incluso un repunte si no se trata
adecuadamente.
De
igual modo, la enuresis secundaria, más asociada a sucesos
estresantes o problemas emocionales, es mucho más difícil que
desaparezca con la edad si no se tratan primero dichos problemas.
¿Qué
hacer?
En
estos casos lo recomendable es en primer lugar una evaluación
médica, de cara a comprobar si existe alguna anomalía de tipo
urológico o neurólogico.
Una
vez visitado al pediatra y eliminada la posibilidad de un problema
médico conviene acudir a un psicólogo, de manera que pueda evaluar
que causas están influyendo en que éste problema se haya producido
y se mantenga y pueda dar las pautas adecuadas de tratamiento.