Cuídate.
Es una palabra con muchas implicaciones. Así a todos nos gusta que nos pregunten cómo estamos, el sentir que los demás se preocupan de nuestro bienestar, tanto físico como psicológico, y el saber que en la mente de esa persona hay un espacio para nosotros. Forma parte del vivir en sociedad, del tener amigos y familiares con los que hemos desarrollado lazos estables.Saber además que esa persona nos pide que mejoremos es señal de su interés hacia nosotros, y de la confianza en que seremos capaces de poner los medios necesario para hacerlo.
Porque si tenemos un problema físico está claro que vamos a ir al médico, porque sabemos que es lo más adecuado, la conducta responsable.
Sin embargo, si tenemos un problema psicológico, no sólo no buscamos ayuda, sino que nos empeñamos en minimizarlo e ignorarlo hasta que se hace más y más y más grande.O, lo que es peor: negándolo, "Nosotros no deberíamos estar o sentirnos así", añadiendo además una carga de culpabilidad a un problema del que no somos culpables.
Nadie quiere estar mal.
Por eso, cuidate, de la misma manera que les deseas a otros, de la misma manera que cuidas tu cuerpo, cuida tu mente. Y recuerda; no somos culpables de lo que nos ocurre, pero sí responsables de poner en marcha las estrategias adecuadas para cambiarlo.
La decisión es tuya.
Cuídate y sé feliz
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