jueves, 12 de febrero de 2015

Seis creencias que pueden afectar a tu relación de pareja

Se acerca San Valentín y con él la proclamación y exaltación del amor romántico y de la pareja. Más allá de lo que podamos ver en las películas y en las novelas románticas, luego nos encontramos con el día a día y con que no todo es tan bonito ni tan perfecto como lo pintan.

Fruto de este estereotipo acerca de como debería ser una pareja , surgen muchas ideas erróneas acerca de cómo debería ser una relación perfecta, surgiendo aquí los problemas. Aquí comento algunas de ellas:
  1. Si realmente me quiere, ha de adivinar qué es lo que yo quiero y necesito.

    Parece que cuando alguien se enamora de nosotros debe ser extraordinariamente perceptivo y darse cuenta de todo lo que nos ocurre incluso si tratamos de ocultárselo. Si que es verdad que hay gente más o menos observadora, o que se fije más o menos en pequeños detalles, pero incluso para la persona más atenta muchas veces es imposible adivinar qué es lo que nos ocurre o que necesitamos si no se lo contamos. Es mucho más fácil que consigamos que la otra persona cambie aquello que nos hace daño si se lo decimos, y no si esperamos a que “adivine” cual es el problema.




  2. Si me quiere ha de mostrarse siempre considerado y amable conmigo.
    Está claro que siempre debemos pedirle a nuestra pareja que nos trate con respeto, pero también tenemos que asumir que como cualquier persona tiene derecho a tener un mal día y eso no significa que no te quiera en absoluto. Aquí la clave está en hacer ver a la persona que no nos gusta su comportamiento, haciendo que cambie de actitud, no en dar por hecho que no nos quiere.

  3. Creo que no es justo que mi pareja realice actividades que yo no puedo compartir ni que tenga aficiones que yo no comparto.
    Esta idea está presente en muchas parejas. O hacemos todo juntos o entonces no se hace. Hay que darnos cuenta de que es muy complicado el que dos personas tengan exactamente los mismos gustos y aficiones y que compartan absolutamente todo. ¿Tan malo es que de vez en cuando se realicen actividades de manera individual? Eso va a enriquecer la vida de cada uno, reportando de manera positiva en la pareja

  4. Creo que mi pareja debería renunciar a sus antiguas amistades porque ahora nos tenemos el uno al otro.
    Claro que cuando tenemos una relación de pareja, el otro es una de las personas más importantes de nuestra vida, pero eso no implica el que haya otros con los que también disfrutemos.
    El estar en pareja debe enriquecer nuestra vida, no empobrecerla. El ser humano es un animal social, le gusta estar con otras personas. Está claro que cuando estamos en una relación la persona con la que más nos apetezca estar sea nuestra pareja, pero también disfrutamos con amigos, familia...etc, y no hay por qué renunciar a ellos.
    Es más, muchas veces ocurre que la relación se rompe y nos damos cuenta de que nos hemos aislado tanto que no tenemos a nadie más.
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  5. Si no se da cuenta de lo que ocurre es que no le importo en absoluto.
    Hay muchas razones por las que no somos conscientes de los problemas que hay. O bien somos poco observadores, o vemos solo aquello que queremos ver, o estamos tan inmersos en otros problemas que no vemos los existentes en la pareja, o simplemente, que la otra persona nunca nos ha dicho que es lo que va mal a la espera de que lo adivinemos.
    Como ya he dicho, hay muchísimas, pero por lo general solemos dar por hecho que a la otra persona no le importa para nada.

  6. Creo que si verdaderamente me quiere, ha de estar dispuesto a hacer cualquier sacrificio por mi.
    Esta es muchas veces una idea peligrosa. Claro que tenemos derecho a pedir a la otra persona que haga cambios, que haga determinadas cosas..etc, pero la otra persona también tiene derecho a decir que no, porque no pueda o porque no quiere, y eso no quiere decir que su amor sea más o menos sincero.
    Aquí debemos plantearnos hasta que punto es importante esa petición para nosotros y en cuánto sacrificio tendría que hacer el otro. No podemos obligar a nadie a que haga nada, ni menos chantajearle con el cariño que nos pueda tener. Las pruebas de amor quedaban bien en los libros de caballería, pero no en la vida real dondelos dos miembros de la pareja son iguales.

    En este cuento, podemos ver un ejemplo de ello:

En resumen, que una relación de pareja no puede empobrecer a la persona, al contrario, lo que hace es enriquecer su vida. No es restar, es sumar algo muy bonito y placentero a tu vida.

De hecho, el que una relación vaya bien, no depende de la inexistencia de problemas, sino de la capacidad de ambos miembros para superarlos, de la comunicación entre ellos y la asunción de que de ambos, y no de uno solo, es la responsabilidad de que la relación funcione.

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