jueves, 19 de febrero de 2015

Kit de emergencia para un mal día

Todos podemos tener un mal día, una mala semana. Puede ser una mala época que pasará o algo que nos hunda del todo. ¿De qué depende?. ¿Qué podemos hacer para sentirnos mejor? Aquí desarrollo una serie de consejos que pueden ayudarnos. 


  • En primer lugar. ¿Tan horrible es? Está claro que si nos ha afectado es porque es algo malo, pero tenemos que ver hasta que punto. Por ejemplo, no podemos comparar una bronca de nuestro jefe con un despido, aunque muchas veces nos sintamos igual de mal. Veamos las cosas con un poco de perspectiva. Puede que nos demos cuenta de que en general nuestro jefe está contento con nuestro trabajo, aunque hoy de manera puntual no le haya gustado lo que hemos hecho.



  • No generalizar. El que en un momento dado nos salga algo mal no implica que el resto de nuestra vida vaya fatal, aunque nos sintamos así, tenemos que mirar todo en su conjunto. Incluso, podemos ver nuestra vida en general. Puede que no tengamos trabajo, pero tenemos una familia con la que estamos bien o viceversa, o puede que con lo que tengamos problemas es con nuestra pareja y estemos satisfechos en otros ámbitos. Cuidado con ideas del tipo “ Todo es un desastre” “Nada me va bien”, porque no suelen ser verdad y hacen mucho daño.

  • Darnos permiso para cometer errores. Todos podemos perdonar el que personas de su entorno se equivoquen, pero toleramos mucho peor el que nosotros hayamos cometido alguno, sobre todo si somos muy autoexigentes. Este modo de pensar puede ser incluso contraproducente. Si estamos todo el tiempo en tensión por si nos equivocamos , es mucho más fácil que cometamos aquellos errores que queremos evitar.


  • Cuídate. Parece una tontería , pero cuando nos encontramos mal, dejamos de lado aquellas pequeña cosas que nos harían sentirnos mejor: una ducha larga o un baño caliente, prepararnos una comida sabrosa, el hacer algo divertido , escuchar música alegre..



  • En lugar de ello lo que solemos hacer es el quedarnos quietos y solos dando vueltas al problema. Ya vimos cómo había que preocuparse ( puedes verlo pinchando aquí ) de manera adecuada.
      
  • No creas todo lo que piensas, pensar en caliente nunca es bueno. Cuando tenemos una emoción negativa muy fuerte, ya sea tristeza, enfado...etc, tendemos a ver las cosas de una manera mucho más negativa de cómo son realmente. Es mejor esperar que se pase de cara a analizar lo ocurrido y buscarle una solución.

  • Habla con alguien. La otra persona no va a poder solucionar lo ocurrido, pero simplemente el poder contar lo pasado nos ayuda a tomar perspectiva de ello. Además, el desahogarnos hace que nos sintamos algo mejor. Si no tienes a nadie con quien hablar, puede ayudarte el escribir el cómo te sientes, es otra manera de desahogarte. Cuando lo hayas hecho vuelve a leerlo y planteate cómo podrías enfocar lo ocurrido de otra forma.

En definitiva, tenemos que darnos cuenta de que no podemos controlar nuestro exterior. No podemos evitar que nuestro jefe nos grite, que nuestra pareja se enfade o que pierda nuestro equipo, pero si que podemos controlar el cómo nos sentimos. Hay una diferencia enorme entre que lo ocurrido sea algo catastrófico o el que sea algo malo pero con lo que podremos sobrevivir.
La decisión está en nosotros.

No hay comentarios:

Publicar un comentario