lunes, 20 de octubre de 2014

¿Qué es un ataque de pánico?

Es un término bastante corriente, pero ¿conocemos realmente que es un ataque de ansiedad?

Nuestro cuerpo está preparado para reaccionar ante una situación de peligro, o que nosotros consideremos amenazante. Así, nos preparamos para actuar, haciendo que el corazón lata más rápido, para que lleguen más sangre y oxígeno al cerebro y a los músculos, nuestra tasa de respiración aumente, ya que necesitamos ese aporte extra de oxígeno, los músculos se ponen en tensión..etc. Es decir, nuestro cuerpo se prepara para actuar.

Si la amenaza es real y el nivel de activación se corresponde con el de la amenaza, no hay ningún problema, actuamos en consecuencia. Éste surge cuando esta respuesta se dispara en situaciones que no consideramos una amenazantes, o empieza a dispararse en situaciones que antes no lo eran, dando lugar a una activación desproporcionada, creándose el ataque de pánico.

Los síntomas son:

  • Palpitaciones, sacudidas del corazón o elevación de la frecuencia cardíaca.
  • Sudoración
  • Temblores o sacudidas
  • Sensación de ahogo o falta de aliento.
  • Sensación de atragantarse.
  • Opresión o malestar torácico.
  • Nauseas o molestias abdominales.
  • Inestabilidad, mareo o desmayo.
  • Desrealización (sensación de irrealidad) o despersonalización (sensación de estar separado de uno mismo)
  • Miedo a perder el control o a volverse loco.
  • Miedo a morir.
  • Parestesias (sensación de entumecimiento u hormigueo)
  • Escalofríos o sofocaciones.


No a todo el mundo le dan los mismos síntomas, depende de la biología de cada persona. En lo que sí que coinciden todos es en que es un momento muy desagradable y aterrador. Hay incluso quien lo confunde con un ataque al corazón.

Como se ha pasado tan mal, solemos estar más activados y alerta por si se vuelve a producir, acción que consigue justo el efecto contrario al deseado, aumentando probabilidad de que se de un nuevo ataque. Se entra así en un círculo vicioso del que es difícil salir.

No obstante, hay tratamientos eficaces que pueden hacer que controlemos nuestra ansiedad de la manera adecuada y que no sea ésta la que condicione nuestras vidas, sino nosotros la que la controlemos a ella.

Tan sólo hay que dar el primer paso.

No hay comentarios:

Publicar un comentario