miércoles, 8 de julio de 2015

Depresión infantil


Tendemos a identificar la depresión como un problema adulto, que los niños no pueden sufrir. Sin embargo, y por desgracia, los niños no están exentos de presentarlo, llegando a hablarse de que un 3% de la población infantil puede llegar a tenerla, aumentando este porcentaje con la edad.
Ya hablé de la depresión adulta en otra entrada de este blog ( puedes consultarla aquí ) , por lo que ahora voy a centrarme en la infantil.

¿Se diferencia la depresión del niño con la del adulto?

Sí, los síntomas son algo diferentes, dependiendo de la edad del niño.


¿A qué debo prestar atención?

Hay tres aspectos claves:
  1. Tristeza y pérdida de interés por cosas que antes encontraba placenteras.
  2. Esta tristeza pude no ser evidente y manifestarse por irritabilidad o explosiones de genio ante sucesos triviales,o bien insultos, peleas o derrumbarse por nimiedades
  3. Los síntomas y como se expresan, varían con la edad:
Niños pequeños, menores de seis años

  • Irritabilidad (rabietas, conductas destructivas)
  • Menos juegos con amigos
  • Problemas con las comidas
    • Pérdida de apetito
    • No ganancia de peso.
    • Pérdida de peso.
    • Engullir la comida
  • Cambios en el patrón de sueño
    • Pesadillas
    • Terrores nocturnos
    • Resistencia a irse a la cama
    • Insomnio.
  • Menos actividad física.
  • Sentimientos negativos
    • Calificarse a si mismo como “tonto”
    • Preocupación por el castigo.
    • Preocupación por el fracaso.
  • Autoagresiones
    • Arañazos
    • Golpes en la cabeza
    • Tragarse objetos

Niños mayores ( 6 a 12 años)
  • Tristeza
  • Aburrimiento
  • Problemas con las comidas ( por exceso o por defecto)
  • Problemas de sueño
  • Sentimientos negativos
    • Baja autoestima
    • Autodesprecio
  • Problemas atencionales
  • Ideas, planes e intentos de suicidio

Adolescentes (13 a 18 años)
  • Estado de ánimo triste e irritable
    • Tristeza
    • Variabilidad en el ánimo
    • Irritabilidad ( malhumor, ira y rebeldía)
  • Pasotismo
  • Problemas con la comida
    • Pérdida de apetito, pérdida de peso
    • Comer en exceso, obesidad
  • Insomnio o hipersomnia ( dormir demasiado)
  • Cansancio, fatiga, falta de energía.
  • Sentimientos negativos
    • Preocupación por la imagen corporal
    • Baja autoestima
    • Autodesprecio
  • Menos pensamiento abstracto, indecisión
  • Ideas, planes e intentos de suicidio


¿Cuándo debo empezar a preocuparme?

Los niños, al igual que los adultos tienen periodos de tiempo en los que estarán más o menos tristes por los acontecimientos de su día a día. Eso es totalmente normal y forma parte del desarrollo emocional del niño.
Sin embargo, cuando este estado se alarga en el tiempo ( más de dos semanas) conviene empezar a prestarle más atención.



¿Estos síntomas desaparecen con el tiempo?

No, si realmente el niño tiene este trastorno, con el paso del tiempo no mejorará por si solo.
Así, si la depresión no es tratada a tiempo y de la manera adecuada, ésta puede afectar al desarrollo de las habilidades sociales, emocionales , cognitivas e interpersonales del niño, y a los vínculos afectivos entre padres e hijos.


¿Qué debo hacer si sospecho que mi hijo está deprimido?

Acudir a un especialista que le pueda evaluar y tratar de la manera adecuada generando además pautas específicas para los padres, de manera que le puedan ayudar de la mejor manera posible.






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