Y es que estamos rodeados de frases culpabilizadoras:
"Estás así porque quieres"
"Fíjate, yo lo superé sin problema, no como tú"
"No sé de qué te quejas, si todo te va bien"
"No tienes verdaderos problemas"
"No entiendo porqué te pones así "
"Eres un desastre, todo lo haces mal"
Frases que nos dicen los que nos rodean, pero que también nos dirigimos a nosotros mismos.
Con esto tenemos que tener las cosas muy claras. Por un lado, debemos darnos cuenta de que cada uno es como es, y que lo que le puede afectar a una persona, a otra le puede parecer algo fácil de superar y viceversa. No todo afecta por igual a todo el mundo, ya que hay muchas variables que pueden influir (experiencias anteriores, personalidad, apoyo social...etc).
Por otro lado , darnos cuenta de que no tenemos la culpa de estar mal. Nadie vamos buscando de manera consciente el tener un problema psicológico, no nos planteamos en un momento dado : "Voy a ver si me deprimo". Muy al contrario, buscamos la manera de estar bien, ponemos en marcha las estrategias que pensamos que mejor van a funcionar en ése momento; el problema es que hay veces en que nos quedamos sin ideas o ponemos en práctica aquellas que no son las mas adecuadas, simplemente porque no conocemos otras.
Y por último, y quizás lo más importante, meternos en la cabeza que tenemos derecho a estar mal, aunque tengamos un trabajo, aunque las cosas nos vayan bien, aunque nuestra pareja nos quiera mucho...
Cada uno somos diferentes y cada uno tenemos nuestra particular manera de ver el mundo, de interpretar lo que nos ocurre y de reaccionar ante lo que nos va sucediendo; y eso es lo que os hace únicos, especiales.
Nadie nos puede decir como debemos sentirnos, ni si quiera nosotros mismos.
Todo esto queda resumido en una frase:
"No somos culpables de lo que nos ocurre, nadie lo es, pero sí que somos responsables de cambiarlo y de poner en marcha las estrategias para que esto ocurra".
No queda sino empezar ¿Te animas?
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